ARTESANÍA MEDITERRÁNEA INSPIRADA EN LAS ANTIGUAS ARTES
DE PESCA
NANSAS, GAMBINAS, COFAS...
En todo el Mediterráneo apenas queda un puñado de pescadores que aún elaboran nansas de fibras vegetales. Lo que antiguamente era el método de pesca más respetuoso con el mar – pasivo, selectivo y con aparejos totalmente biodegradables – ya forma parte del cajón de los oficios extintos, sustituido por pesca intensiva y materiales sintéticos.
Las nansas se elaboraban en casa, durante el invierno, a partir de plantas – junco, caña, rebrotes de sauce, olivera o tamariu - recogidas en el entorno más inmediato. El conocimiento de la técnica de la malla triangular era exclusivo de pescadores, siempre hombres, y pasaba de padres a hijos durante generaciones.
Las nansas tenían que ser livianas pero firmes, porque pasaban el verano bajo agua. Generalmente duraban una temporada y se sustituían por nuevas cada año. Permitían obtener los peces y crustáceos del mayor valor – vivos e intactos – de fondos rocosos, imposibles de trabajar con las redes tradicionales. La forma de la propia trampa – de nansa (en forma de campana), de gambina (en forma de manzana) o de otras (xufanguera, llobreganera, gavitana, etc), junto con el anzuelo, determinaba el pez o el crustáceo que se buscaba atrapar.
Aparte de trampas de captura, en el día a día marinero se usaban otras piezas complementarias realizadas mediante la misma técnica, como cofas de palangre o viveros, todas juntas formando el oficio de cestería del mar, parte de patrimonio cultural Mediterráneo.
Calella de Palafrugell, años 60
GALERÍA
Lámpara GAROINA, mimbre e hilo de nylon
Lámpara aplique MONTGRÍ, mimbre e hilo de lino
Cofa CONGRE, olivera e hilo de cáñamo
Capazo BEGUR, mimbre e hilo de nylon
Bolso CORCULLA, brotes salvajes, hilo de càñamo, hilo de nylon, cuero
Gambina LLAFRANC, olivera e hilo de lino
NANSA de 1.123 nudos, junco, mimbre pelado, caña, hilo de nylon
Revistero MONELLS, mimbre pelado, rafia, cuero, hilo de nylon
Mural luminoso SOL, mimbre pelado, hilo de cáñamo
Lámpara PEIX, mimbre e hilo de nylon
SOBRE MÍ
Me llamo Vyta y vivo en el pueblo ampurdanés de Vulpellac.
Aunque nací a orillas del mar Báltico, ya hace 20 años que mi casa es el Mediterráneo.
De niña me gustaba mucho el trabajo manual y el arte, sin embargo, mi vida laboral me llevó por un camino distinto.
La cestería de mar es aquel puente de conexión con mi "yo manual", que se había perdido en la ciudad y que pude reencontrar en mi nuevo hogar rural.